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La carrera entre países por conseguir mascarillas para evitar la propagación del coronavirus incumple las reglas y el juego limpio que rigen los intercambios comerciales en tiempos de normalidad.
Enfermeras, basureros, repartidores o cajeras -entre otros oficios a menudo menospreciados- siguen trabajando en la sombra por el bienestar de la población, expuestos al riesgo de contraer la covid-19.
El récord mundial de muertes por el nuevo coronavirus que tiene Italia, primer foco europeo de la pandemia, está vinculado a varios factores, según los científicos.
Tras la penuria de guantes y mascarillas, la demanda de respiradores se ha disparado ante la pandemia de la covid-19 y moviliza a los industriales, que intentan desarrollar soluciones innovadoras.
En España, Italia o Francia, se multiplican las residencias de mayores diezmadas por el coronavirus, en una Europa de población envejecida instalada en el centro de la pandemia.